ESCRITURA

 

 

Los Etruscos son uno de los pueblos que ha estado, y sigue estando, rodeado de un halo de misterio. La lengua etrusca no presenta indicios de pertenecer a la familia de lenguas indoeuropeas como sucede con el vasco, el húngaro y el finlandés, es decir, el  grupo lingüístico que comprende la mayor parte de las lenguas europeas y algunas del Próximo Oriente y de la India. Expertos en lenguas antiguas sugieren que el etrusco era una lengua con raíces paleolíticas, arraigada en una época muy anterior al momento en que los pueblos indoeuropeos se asentaron en Italia, confirmándose con ello la presencia en estas tierras italianas de un pueblo prehistórico no indoeuropeo.

Cualquier estudio para buscar una lengua común con la etrusca a resultado infructuoso, excepto la relación que se establece con una lengua usada en la inscripción de una estela hallada en 1885 en la isla de Lemnos, datada en la mitad del siglo VI a.e.c. y se corresponde con un dialecto hablado cercano al etrusco. Se trata de una estela con la figura de un guerrero, hallada en Kaminia al norte de la isla de Lemnos en el Mar Egeo. Tiene 98 letras, formando 33 palabras. De esto se deduce que un dialecto cercano al etrusco era hablado en Lemnos, antes de la conquista de la isla por los atenienses en la segunda mitad del siglo VI a.e.c.

Las primeras inscripciones etruscas aparecieron hacia el 700 a.e.c., pero posteriormente adoptaron el alfabeto griego por razones comerciales.

Los etruscos desconocían las consonantes sonoras y aparentemente parece una lengua de fácil lectura, pero de difícil comprensión del sentido de las palabras. Escribían de derecha a izquierda.

El alfabeto empleado por los etruscos tenía su origen en una forma del griego arcaico. Este alfabeto constaba de 26 caracteres, si bien el número variaba con el paso del tiempo y de una ciudad a otra.

El alfabeto etrusco sólo utilizaba los equivalentes griegos de las vocales "a", "e", "i", y "u". Omitieron por completo la "o" y no llegaron a utilizar las consonantes "d", "b" y "g". Existe un símbolo que induce a confusión y que se parece al signo "t", y que en ocasiones se leía como "t"; pero actualmente es considerado indicativo de una silaba.

La incertidumbre que ha rodeado la lengua etrusca hacia que existiera la impresión generalizada de que la escritura etrusca era prácticamente indescifrable, pero a los expertos no les resulta difícil "leer" y pronunciar las letras que forman las palabras. Aunque las palabras no tienen sentido, salvo algunos nombres, fechas o títulos.

Se conocen unas 13.000.- inscripciones, la mayoría funerarias, casi todas cortas y compuestas sobre todo por nombres propios. Los textos largos siguen siendo un misterio, ya que desconocemos parte del vocabulario. A partir de todo ello, los estudiosos han logrado ampliar el vocabulario etrusco conocido hasta alcanzar unas 200 palabras básicas, más un número de nombres propios.

El texto etrusco más largo con unas 12.000.- palabras apareció en una momia comprada en Egipto, que se la conoce como la momia de Zagreb, ya que fue trasladada allí en 1862. En 1891 fueron identificados sus caracteres. Se ha demostrado que este "libro de lino" contaba al principio con doce paginas sobre una tira de tela de 3,40m de largo y 40cm de ancho. Se trataba de un calendario litúrgico de sacrificios y oraciones, al parecer consagrado al Dios Neptuno del siglo II a.e.c.. Según los arqueólogos debió pertenecer a una colonia etrusca instalada en Egipto. La pieza fue utilizada posteriormente por un embalsamador que la cortó en franjas para envolver a la momia.

En 1964 se encontraron en Pirgi, el puerto de Caere, tres laminas de oro cubiertas de inscripciones; dos de ellas en etrusco y una en fenicio. Estas tablas sirvieron para probar las buenas relaciones entre los cartaginenses y los etruscos. La versión fenicia resultó en parte indescifrable, y no pudo ser utilizada como guía para desvelar el etrusco. Sólo se pudieron traducir unas fórmulas dedicatorias breves. Las láminas de Pyrgi confirmaron que Uni y Astarté eran los nombres etrusco y fenicio de una misma diosa; y lograron aislar el verbo "dar" y constatar la existencia de un gobernante llamado Thefarie Velianas que reinó durante tres años. Hasta el estudio de las láminas de Pyrgi sólo se conocían las palabras etruscas representativas de "uno" y "dos"; se escribían thu y zal. Del estudio de las láminas se supo que ci significaba "tres".

La mayor parte de los estudiosos afirman que las runas derivan del alfabeto etrusco. El alfabeto romano fue desarrollado por los etruscos. Una de las inscripciones etruscas más famosas es la del hígado de Piacenza. 

 

 

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