OSA DE LA VEGA

 

En el municipio de Osa de la Vega, cuyo nombre deriva de "Fosa", que hace alusión a las minas romanas de lapis specularis existentes; se halla posiblemente el complejo minero más importante de "lapis specularis" del Imperio romano.

En el paraje de La Horadada a un kilómetro y medio de Osa encontramos las cuevas que albergan este mineral, prácticamente todo el montículo esta hueco por dentro, dividido en galerías con una longitud de kilómetros. Los restos arqueológicos descubiertos en el estudio de estas cuevas fueron: utensilios utilizados en la extracción del mineral, restos de hornos para fundir metal, monedas y gran cantidad de restos cerámicos. Abundan los materiales itálicos o galos, lo que hace pensar que alrededor de las minas habría una gran población.  Entre las herramientas empleadas por los mineros romanos se encuentran serruchos, punzones, cinceles, punteros, piquetas, etc....
La iluminación en el interior de las minas se realizaba mediante la utilización de lámparas de aceite, lucernas, o antorchas.

 

El lapis specularis, selenita, yeso translucido o espejuelo tenia un uso principalmente ornamental, se usaba principalmente como "cristal" para las ventanas, como elemento decorativo de edificios o en la arena del circo, se trituraba con  la arena y al reflejarse el sol la arena brillaba y realzaba el espectáculo.

No son las únicas minas de la zona. Cerca de Osa de la Vega hay otros pueblos que cuentan con yacimientos similares a este, como en Villaescusa de Haro y Alconchel de la Estrella; se supone que toda la zona se dedicaría a la explotación y preparación del mineral para ser transportado hacia la costa.

Las referencias de los autores de la época son numerosas:

"...Efectivamente, estas piedras se pueden cortar; en cambio, la especular a la que también se califica de piedra, tiene unas características que permiten cortarla con mayor facilidad en láminas todo lo finas que se quiera. Antiguamente sólo se encontraba en la España Citerior, y no en toda ella, sino exclusivamente en un área de cien mil pasos alrededor de la ciudad de Segóbriga..." (Plinio el Viejo, Historia Natural, Libro XXXVI, pág. 160). (100.000pasos = 147,9km)

Plinio se refiere también a Segóbriga al tratar de la piedra especular, que servía para la construcción tapando las ventanas, "pues dejaba pasar la luz y resguardaba de la intemperie. Se hendía en hojas finísimas, teniendo entre los antiguos su explotación un gran interés económico".

Una vez perdida su funcionalidad, sobre todo debido al descubrimiento y desarrollo de la fabricación del vidrio plano, la explotación romana del yeso especular fue prácticamente abandonada, y a partir de este momento sólo se aprovechará de manera puntual y con una finalidad diferente, perdiendo de este modo casi todo su valor económico.

Algunas cuevas del paraje de Las Horadadas, como La Condena y Los Hornos se utilizaron como Necrópolis posiblemente en la época visigoda. En la cueva de La Condena, aparecieron restos humanos.

Se han realizado tres excavaciones arqueológicas, donde se han extraído útiles mineros de la época romana y se realizó una excavación en uno de los despoblados, donde se encontraron las estructuras de las casas, restos de hornos de fundación, trozos de vasijas, hebillas de cinturón, agujas de hueso para el pelo, restos humanos...

En los alrededores del pueblo se han hallado altares romanos al Dios Silvano y al Dios Mercurio. Hay otros dos altares que aún no han sido descifrados.

El trabajo era realizado por esclavos o condenados a cadena perpetua y consistía en la apertura de numerosas galerías surcadas por varios respiraderos que hacían  una doble función, ventilar las estancias y como canal de extracción del material ayudado por animales. Una vez en la superficie se elaboraba el mineral dándole el tamaño y la forma deseadas. Estas galerías se comunicaban entre sí por medio de otras más pequeñas escavadas en la roca. También se aprecian los agujeros realizados para colocar las lucernas. Había que localizar nuevas vetas para seguir extrayendo el speculum y han aparecido galerías que se han usado como escombreras. En el exterior de las minas se hallarían las viviendas de los trabajadores.

El mineral de la zona de Segóbriga destacaba por su abundancia y calidad, era el más apreciado. Otros yacimientos mineros se hallan en Sicilia, Chipre o Capadocia.

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