RELIGION ROMA

MAGIA, CULTO y OFRENDAS

Cualquier acción cotidiana en la vida de un romano, era un rito, el día pertenecía a su creencia o culto. Por la mañana y por la tarde invocaban a las almas de sus antepasados, los Penates. Su comida la compartían con sus divinidades domesticas, y a estos nunca les faltaba sus ofrendas.

Cada acontecimiento, nacimiento, matrimonio, aniversario................estaba acompañado por su ceremonia, para dotarlo de una protección mágica.

Los romanos llevaban multitud de amuletos, se levantaban con el pie derecho, abandonaban su casa con el pie derecho, se cortaba el pelo en plenilunio. Observaba los pájaros e incluso analizaban las palabras fortuitas por si les daban un augurio "fasto" o "nefasto"; la lluvia, el nacimiento de un animal deforme, deformaciones en vísceras, etc.

Todos los días realizaban sus ofrendas o sacrificios en su casa, una vez al mes los realizaba en su Curia, dos a más veces al año con su "gens" y además rendía culto a los dioses de su ciudad.

Cuando tenían una duda, rápidamente acudían al oráculo para saber que les iba a deparar el futuro y como evitar los peligros venideros. Estaban obsesionado con el mal de ojo, el fascinatio o fascinum.

Cuando comenzaron las confrontaciones con otros pueblos y su expansión, adoptaron nuevos dioses. Al mismo tiempo la clase dirigente se apropio de las creencias y de los cultos, ya que empezó a ver en esta nueva "religión" una poderosa arma para gobernar.

Con Augusto y el inició de la época Imperial se unió el culto privado y el público, debido a que todo emanaba del Emperador.

Gran cantidad de dioses orientales, empezaron a ocupar su sitio en el Panteón. Todos los dioses eran respetados por los romanos, todos eran útiles en su vida, no había que ofender y entrar en guerra con un dios del adversario, había que invitarlo a Roma y tenerlo contento con ofrendas.

Cada dios tenia su lugar y momento en la vida de un romano, los dioses "menores" se encargaban de las actividades diarias y los llamados "mayores" atendían las necesidades de Estado, ya que este era lo más importante en la vida de un ciudadano. En el foro se instaló un altar al dios desconocido, por si acaso.

Persiguieron tres cultos, el de Baco, por sus extraños ritos, a los judíos por negarse a rendir culto al Emperador y por ultimo a los cristianos, por perturbar el orden público y querer imponer su dios como único y verdadero.

Cuando la fiesta religiosa lo indicaba, los romanos se reunían en asamblea, cualquier desastre o derrota en un día determinado tenía una causa; los dioses estaban irritados o ausentes por falta de culto u ofrendas; y ese día del año seria por siempre nefasto.

El Senado solo podía reunirse en un templo, de lo contrario sus decisiones no serian válidas por la ausencia de los dioses en la reunión. Antes de deliberar el presidente ofrecía un sacrificio sobre el altar del templo y realizaba una oración para que los dioses les guiaran en sus decisiones.

Los dioses que regían la vida pública estaban en la denominada Triada Capitolina. En los tiempos antiguos estaban representados por Júpiter, Marte y Quirino, pero en la época clásica los dioses representados eran Júpiter, Juno y Minerva. Además existían los dioses Superi, (celestes) los Inferi (subterráneos) y los terrestres, intermedios donde; se ubicaban los Indigetes (indígenas) protectores de la tierra y los Consentes, que eran un grupo de 12 dioses que asesoraban a Júpiter.

Roma, la magia corría por sus venas; los arúspices se hicieron muy populares; se formaban en estas artes y la tradición etrusca era la más considerada, los mejores adivinos del Imperio. Interpretaban las vísceras de los animales sacrificados, conocían los secretos del rayo y sabían dar respuesta a cualquier hecho o suceso que atemorizara al pueblo. También habían sacerdotes que leían el oráculo tirando los dados, otros trazaban líneas imaginarias en el cielo a la espera del paso de un ave para conocer la voluntad de los dioses e incluso había interpretadores de sueños en los mercados

Los romanos generalmente adoraban divinidades femeninas que identificaban con la Madre Tierra, pero la fuerza de la fecundación la depositaban en el fascinum, el falo. El falo era un objeto de culto y reverencia, para los romanos el falo poseía un sentido mágico y protector. Las figuras del dios Príapo o del dios Faunos eran representadas con un gran pene en erección, para protegerse del mal de ojo, para tener fertilidad y riquezas. Como hemos mencionado con anterioridad, los romanos estaban obsesionados con el mal de ojo. Llevar colgado un falo del cuello era una señal de protección contra todo mal, adornaban sus casas con ellos y sus monumentos; era la mejor arma para combatir todo mal o quien sabe; si el deseo proyectado a través de la mirada; la fuerza, el magnetismo, la fascinación o el encanto de unos ojos pueden alterar la vida de una persona. Han aparecido falos en dinteles de puertas, paredes, suelos, y obras públicas como en las murallas de Ampurias y Cástulo, en el acueducto de los milagros, en su arco central, en sillares de edificios de Córdoba, Clunia, etc.

¿A quien no le han embrujado unos ojos?

Eran muchos los amuletos usados como; la fica, higa, puño cerrado con el dedo pulgar entre el dedo índice y corazón; otro amuleto era el ojo, pintaban ojos por todas partes, puertas, barcas, etc., los hacían de cristal, como colgantes, monedas agujereadas con el rostro de Alejandro; El dios Jano con sus dos caras se colocaba en la puerta de entrada, para que vigilara el interior y el exterior de la casa; insignias militares, con deidades grabadas. Los pectorales que se ponían sobre el cuerpo los legionarios eran para que les confiriera poder y fuerza para ser invencibles; no acudían a la guerra sin su anillo o colgantes de plata, oro o hierro que los protegiera; los soldados llevaban los brazaletes en el brazo izquierdo para que se alejara la muerte; diversidad de amuletos realizados en hierro porque pensaban que al estar fabricados con hierro los hacia invulnerables; Gemas y piedras preciosas, el rubí te dotaba de valor en el combate, el granate para encontrar los objetos perdidos, el topacio te alejaba del miedo, el coral y la turquesa evitaban los accidentes, el zafiro evitaba picaduras, la amatista evitaba los envenenamientos, el ámbar símbolo de la curación, protección y de la belleza, etc.. No olvidemos que los metales también eran empleados, se creía que cierta radiaciones eran beneficiosa, como el oro asociado al sol se usaba para la fecundidad y protección; la plata para evitar los peligros en los viajes; el estaño asociado a Júpiter para el éxito en los negocios y la elocuencia; el cobre apaciguaba a los enemigo; el plomo asociado a saturno, planeta de la vida y la muerte, para nacimientos y muertes.

También eran usados los clavos y los nudos como objetos mágicos. Se escribían unas palabras sobre el suelo o la pared y al clavar un clavo esa persona, enfermedad, suceso o juicio se quedaba "clavado" y no avanzaba. En Roma se realizó este ritual cuando una epidemia azoto en la ciudad, se nombraba a un dictador que era el encargado de clavar el clavo en el templo de Júpiter Capitolino para que la epidemia no causara mas bajas y la ciudad se librara de ella. Los brujos romanos realizaban unas tabillas escritas con palabras mágicas, que eran clavadas en los ataúdes con clavos de bronce para aumentar la fuerza ligadora y obligaba al espíritu del muerto resentido a obedecer sus ordenes. Livio nos cuenta que al celebrar los juegos romanos, según la tradición etrusca, se clavaba el clavus annalis, con la intención de clavar el tiempo o señalar los años. Los nudos eran muy usados en Roma como instrumento mágico. El famoso nudo hercúleo de dos lazos. Por ejemplo, las romanas recién casadas llevaban un cinturón de lana atado con el lazo de Hércules, y el marido era el único que desataba ese nudo en el lecho. Así se aseguraba la fertilidad de la novia y su virtud. Los romanos crían que cruzando los dedos, los brazos o las piernas en presencia de una embarazada se podría malograr un parto. Esta creencia se puede leer en la leyenda del nacimiento de Hércules, como Galintias engaña a Ilitía.

Los brujos creían en el poder de la palabra, el Don del Verbo. Se creía que si se enunciaba un algo deseado, equivaldría al deseo mismo y aseguraban que un conjuro bien realizado era infalible, no existían las distancias ni el tiempo para ellos, solo necesitaban algo que hubiese estado en contacto con una persona, para poder influir en ella. Tenemos hechizos de la época: "Milagroso hechizo de amor; toma cera o barro de una pella, de la que sirve para modelas; y moldea dos figuras, masculina y femenina,..........escribe sobre la figura de la mujer...........sobre el pecho del hombre............"

Curiosamente los romanos también practicaban una especie de Vudú parecido al haitiano. Lo realizaban sobre unas muñequitas de plomo, cera o arcilla, sobre la que escribían sus hechizo o clavaban su agujas.

La llamada magia negra era algo común en Roma. Sobre tabillas de plomo, tabellae defixionum, escribían sus maldiciones, invocaciones o conjuros, con la finalidad de causar mal a sus enemigos. Las realizaban sobre plomo porque era pesado y frió como el mundo de ultratumba, con un "pincel" de bronce; en luna llena y si podía ser en un cementerio. La letra más famosa para hacer magia, eran las letras Efesias, no se conoce su origen , ni su significado, tampoco tiene traducción, pero tenían un poder sobrenatural.

Ejemplos de inscripciones en plomo, halladas en Córdoba: " Quédese mudo el liberto Priamo de todas formas". " No permitáis que alguien pueda decir palabra alguna sobre la herencia.....". " Enmudezca uno por uno en locura y dolor....". Las divinidades invocadas para estos fines eran las infernales, y generalmente dioses menores. Las tabillas eran depositadas para que fueran más eficaces en tumbas de personas fallecidas de forma violenta.

Según nos narra Seutonio, la muerte de Germánico (Tiberio), fue inesperada y quienes lo hallaron muerto buscaron signos mágicos y encontraron bajo de su cama tabillas de plomo y huesos. Con estas maldiciones se intentaba provocar fiebres, ceguera, mudez, perdida memoria, insomnio, ruina, etc. Seutonio también nos relata como un hombre se curo del hechizo, ..........unos pescadores encontraron un cofre, lo abrieron y en su interior había una estatua de bronce con las manos y pies atravesados por clavos. A medida que fueron desclavando los clavos, la parálisis de Teófilo empezó a desaparecer............

Los espejos mágicos eran utilizados para convocar apariciones, consultar a los muertos, para invertir el mal realizado. Solo los niños y las mujeres vírgenes eran capaces de dominar la fuerza de la adivinación. Los seguidores de Isis en las ofrendas y procesiones llevaban espejos en las espaldas, en la llamada magia de Venus, el espejo era utilizado para conseguir la belleza y la eterna juventud como la misma diosa. Te suena la conocida la frase " espejito, espejito .......". No olvidemos que para los etruscos, los espejos eran un símbolo de la verdad y han aparecido en numerosísimas estelas funerarias, como llamada a la diosa de los muertos en busca de inmortalidad y resurrección.

También utilizaban drogas, pócimas, filtros de amor, realizaban ofrendas al fuego y demás artes mágicas, posiblemente nuestros brujos deberían estudiar y conocer las artes mágicas de los romanos.

La religión romana y en concreto los cultos públicos estaban dirigidos por los sacerdotes. Estos se agrupaban en los colegios o asambleas sacerdotales donde aprendían las técnicas del culto.

Los primeros romanos adoraban a las fuerzas de la naturaleza que residen en los seres y la naturaleza, la numina. Estas adoraciones no tenían representación humana. Posteriormente con el tiempo se fueron perfilando algunas de las divinidades y se les doto de un cuerpo humano.
El culto privado era responsabilidad del paterfamilias, él se encargaba de las ofrendas a los lares, los penates y al genius. Las almas de los muertos; los manes, se transformaban en sombras o apariciones; a los difuntos de la familia también había que realizarles sus ofrendas. Existía una fosa sagrada, el mundus, que se destapaba tres meses al año y permitía a los difuntos volver a la tierra.
El culto público era responsabilidad del Jefe Supremo o del Estado. Los dioses eran los responsables de cualquier suceso. Cualquier cosa podía suceder si los dioses estaban descontentos o si simplemente lo deseaban. Todas las acciones o decisiones se tenían te tomar contando con el favor y la aprobación de los dioses, existía un pacto entre dioses y hombres, la pax deorum, y para estos menesteres existían expertos que podían leer la voluntad divina. Al principio estas prácticas religiosas eran ejercidas por el rey, que tenía como ayudantes a los sacerdotes, flámines, elegidos entre los patricios y agrupados en colegios sacerdotales. Con la expulsión de Tarquinio el Soberbio, las funciones religiosas del rey se repartieron entre los distintos magistrados y el rex sacrorum, sacerdote patricio.
Los romanos cuando realizaban un sacrificio o ritual, pronunciaban la oración en su totalidad y sin ningún error de pronunciación ni gramatical. La oración era acompañada de los ritos y gestos prescritos según la formula del sacrificio. Primero se invocaba a la deidad, posteriormente se realizaba el sacrificio y finalmente se hacia la petición. El oficiante del sacrificio debía realizar los actos con la cabeza cubierta y no debía de haber tenido relaciones sexuales la noche anterior. En el rito del sacrificio cada deidad exigía un animal de una raza y un color determinado. El animal a sacrificar era conducido al altar, adornado con vendas sagradas; después se le rociaba con harina salada (salsa mola); se degollaba y se le extraían las vísceras. Estas eran examinadas cuidadosamente para ver si la víctima estaba sana y, por tanto, era aceptable para los dioses e interpretar los augurios fastos o nefastos que presagiaban las vísceras. Posteriormente eran troceadas y mezcladas con la sangre del animal y harina; y se incineraban en el altar. La carne era repartida entre los asistentes y se solía celebrar un banquete.
Se le atribuye al rey Numa Pompilio la creación de los colegios o asambleas sacerdotales, encargados de administrar el mundo sagrado.
- El Collegium pontificum. Es el colegio sacerdotal más antiguo e importante. Su jefe es el pontifex maximus, el máximo representante de la religión romana por debajo de el estaba el resto de colegios o asambleas. La asamblea de los pontífices era la responsable del calendario, y determinaba los días festivos, las actividades públicas, agrícolas, religiosas y la elección de las vestales y de los flamines que encendían el fuego en los sacrificios. De ellos nació la jurisprudencia. De esta asamblea surgieron los, septemviri epulones, que relevaron a los pontífices en la dirección de las, epulae Iovis, banquetes sagrados en los que mediante la comida sagrada con los más distinguidos e importantes representantes de la ciudad, el dios Júpiter entraba en contacto directo. Durante la República creció su influencia, mientras que las de los flámines disminuyó. Era un cargo vitalicio y estaba considerado como el auténtico jefe de la religión en Roma: controlaba todos los demás colegios sacerdotales. A finales de la República hubo 15 pontífices. El pontifex maximus, en el siglo III era elegido por el pueblo.
- El rex sacrorum. Era el sacerdote de Jano. Tenía poco poder religiosos, pero era el sacerdote que se encargaba de los actos sacros de los reyes o dirigentes.
- Los flamines. Eran los sacerdotes individuales de cada divinidad. Los flamines mayores eran tres y doce los menores. el flamen Dialis, sacerdote de Júpiter, el flamen Martialis, sacerdote de Marte y el flamen Quirinalis, sacerdote de Quirino (Saturno). El flamen Dialis sustituía al rey en sus funciones religiosas cuando estaba ausente. Cuando se estableció la República esta función desapareció.
- Las vestales. Eran las sacerdotisas de Vesta. Estaban encargadas de mantener siempre encendido el fuego sagrado del Estado y sus símbolos. El colegio estaba bajo la tutela del pontífice máximo. El sacerdocio duraba como mínimo 30 años en el servicio, diez de noviciado, diez en el cargo y diez como instructoras; pasados los 30 años salían del servicio y podían casarse, aunque no era frecuente. Debían mantenerse vírgenes y ascetas, los castigos eran terribles, se las enterraba vivas. Vivían en comunidad. Eran escogidas seis niñas de entre las familias más nobles sin defecto alguno. La Gran Vestal era la más importante llegando a ser una auténtica consejera de los poderes políticos.
- Los augures. El colegio de los augurum popùli romani, era el colectivo que poseía oficialmente las técnicas de adivinación y tenían una gran aceptación social. Era uno de los colegios más importantes, se encargaban de consultar la voluntad de los dioses, e interpretaban directamente los deseos de Júpiter. La interpretación la realizaban a través de la observación del vuelo de las aves, de los fenómenos naturales y el apetito de los pollos. Si el ave volaba desde la izquierda del sacerdote al a derecha, era un buen presagio, las abejas eran portadoras de buena suerte y los búhos y las águilas presagiaban desastres. Era obligatorio consultar el parecer de los dioses antes de cada acto importante, y el cargo de augur fue empleado políticamente.
- Los aruspices se dedicaban a examinar las vísceras de los animales en los sacrificios para adivinar el porvenir y conocer la voluntad de los dioses.
- Los quindecimviri sacris faciundis. Era una comisión que estudiaba los nuevos cultos que se iban introduciendo en el Estado; sus informes convertían en oficiales los nuevos cultos. También se encargaban de custodiar y consultar los Libros Sibilinos, Libri Sibillini.
- Los fetiales. Eran un colegio integrado por veinte sacerdotes encargados de llevar a cabo las formalidades los ritos en los tratados de guerra, alianza y paz. Crearon el derecho internacional.
- Los 12 Salios eran los encargados del culto de Marte. Ejecutaban una danza cantando un himno litúrgico una vez al año.
- También existían otros dos colegios: arvales y lupercios que realizaba sus actividades en fiestas. Estas cofradías funcionaban en sustitución del pueblo romano, pro populo. Eran los encargados de los servicios y ritos de las deidades de la Naturaleza: Las fiestas de la fecundidad, Lupercalia y en honor a Ceres, diosa de los frutos de la tierra.

Los acontecimientos religiosos estaban regidos por un calendario de 334 días basado en los ciclos de la luna. de esos días, 235 eran considerados fastos, laborales de los cuales 192 eran comitiales, donde se podían realizar actividades políticas. El resto de días, 109 eran considerados nefastos, no se realizaba ninguna actividad y se celebraban las fiestas oficiales dirigidas por lo sacerdotes. Existían 45 ritos diferentes.

Se solían sacrificar pequeños animales excepto en los cultos que requerían un caballo, bueyes o jabalíes. Habían festividades coma la hecatombe donde se sacrificaban cien bueyes o los suovetaurilia que se sacrificaba un cerdo, un cordero y un toro. Dependiendo de la divinidad a la que se ofrecía el sacrificio se escogía el sexo, el color o la edad del animal. Después del sacrificio los arúspices, examinaban las entrañas de los animales y presagiaban los hechos venideros. Si se daba el visto bueno las entrañas se quemaban y con la carne se hacían un festín. En la ceremonia junto al sacrificio se realizaban las libaciones del vino y el pan ritual.

FUNDACIÓN DE ROMA

Roma fue fundada en la colina mas alta de las siete colinas, el Palatino, en abril del 753 a.e.c.. En esta zona aún se conservan restos de una aldea del siglo VIII a.e.c. La Roma Quadrata, fue fundada por el Rey Rómulo. Abrió un surco en la tierra con una reja de arado, de la que tiraban un toro y una ternera blancos; y así quedo delimitado el perímetro de la ciudad.

Al pasar por los lugares donde irían las puertas de la ciudad Rómulo levanto el arado para que no marcara la tierra, ya que se consideraba el trazado sagrado y nadie debía atravesarlo.

Esta ceremonia se hizo extensiva a todas las ciudades fundadas por Roma, y eran realizadas por un sacerdote vestido con túnica blanca.

Los dioses puramente romanos estaban agrupados en cinco categorías:

- Los dioses de la naturaleza, los "indigetes", Flora, Silvano, Fauno....

- Los dioses tutelares, Manes, Lares y Penates.

-Los grandes dioses astrales, como Júpiter, Marte,....

- Los seres sobrenaturales, Musas y Gracias.

- Las personificaciones, como el Emperador o las Virtudes.

Los romanos eran un pueblo muy religioso, tenían sus propias divinidades nativas, pero es difícil saber que adoraban en sus primeros tiempos.

Sus creencias se basaban en dos conceptos, el numen que era una entidad abstracta y el genius que era el ser o fuerza que nacía con cada individuo o lugar, al cual iba ligado y tenia como misión la conservación de su existencia.

También la Naturaleza, la Madre Tierra, con sus plantas, árboles y frutos estuvo presentes en estos inicios y como no, contaban con sus lugares sagrados donde realizaban sus cultos y ofrendas.

UNA CASA UN TEMPLO

La casa de un romano, era su templo particular. Cada casa estaba protegida por amuletos, pinturas e inscripciones mágicas.

Cada divinidad tenia un lugar en la casa, que debía de proteger. Los dioses se dividían en Manes, Lares y Penates.

Los Manes eran venerados para rendir culto a los antepasados de la familia. los Lares al principio cuidaban las cosechas del fuego, las sequías y el pedrisco, pero con el tiempo se encargaron de la protección de la familia y su armonía. En un rincón de la casa tenían una capillita en la que todos los días al levantarse realizaban sus oraciones y se ofrendaba el primer fruto de las cosechas. Eran venerados encarnando la apariencia de un joven con túnica blanca, en una mano llevaba una copa y en la otra un cuerno de la abundancia. Mas allá de los limites de la casa estaban los Penates, que se encargaban de proteger la casa y sus propiedades; las aras de los Penates se colocaban en los limites de la propiedad y eran como una especie de mojones sagrados que limitaban la propiedad y eran reconocidos esos limites por las generaciones venideras.

Los más pobres que no poseían una casa o los esclavos, levantaban altares en le campo o en los cruces de caminos donde depositaban sus ofrendas y exvotos; para protegerse ellos y los suyos o conseguir el favor de los dioses.

El Genium (el genio) acompañaba a cada personas desde su nacimiento hasta su muerte, estaba encargado en de su protección. Más tarde comenzaron a proteger a familias, grupos, legiones, colonias, ciudades....... Sus funciones posteriormente fueron representadas por los ángeles de la guarda y los santos patrones.

CARMA	Diosa protectora de los órganos vitales del hombre
CECULO	Se encargada de apagar la luz de los ojos de los moribundos
FELICITAS	Era la diosa de la felicidad
ESTIMULA	Diosa que impulsa a los hombres a obrar
FASCINO	Dios de la fuerza masculina
FERONIA	Diosa de la Salud
CLOACINA	Diosa del placer sexual
LIBURNO	Dios del placer sexual
CUBA	Diosa de la infancia
CUNINA	Diosa que protege a los niños del mal de ojo
FARINO Y FABULINO	Enseña A los niños los primeros sonidos y palabras
DIESPITER	En el parto conduce al niño hacia la luz
ANTEVORTA	Diosa de los nacimientos y la poesía (1 de las 3 diosas)
ESTRIGES	Seres monstruosos que se dedicaba a alterar el sueño
BONA DEA	Diosa de la fecundidad
INCUBUS	Los encargados de provocar pesadillas nocturnas
INTERCIDONIA	Se encarga de vigilar que Silvano enturbie el sueño
FUONIA	Diosa que evita las hemorragia en las embarazadas
FEBRIS	Dios que protege de la fiebre

MANES	Espíritu de los muertos con forma de serpiente
LARES	Deidad protectora del hogar
LARES PRAESTITES	Los dos vigilantes de las murallas
PENATES	Protectores del bienestar de la familia

HEKATE	Diosa de tres cabezas, de la magia y las saturnales
COMPITALES	Las dos deidades encargadas de las encrucijadas de los campos y ciudad