El Acueducto es una obra
única y esplendida, es una de las obras más soberbias de los romanos en la
península. El hallazgo de un sestercio emitido por Trajano cambia la edad del acueducto. Un estudio sitúa su construcción a partir del año 112-116 y no en 98, como se creía hasta ahora. Posiblemente sea una de las mejores obras de ingeniería civil en España. Sus 166 arcos de piedra granítica del Guadarrama están constituidos por sillares unidos sin ningún tipo de argamasa, 20.400 bloques de piedra. Se construyó para dar agua a un cuartel romano situado en lo alto de la meseta. Tiene unos 15 Km. de longitud, aunque el llamado "puente del diablo" que es la parte más conocida se alza en medio de la ciudad tiene 728 metros de longitud y 163 arcos. Su altura máxima se encuentra en la Plaza del Azoguejo con 28,10 m. de altura Sólo durante el ataque contra Segovia dirigido en 1072 por el musulmán Al-Mamún de Toledo sufrieron deterioro 36 arcos; los daños fueron restaurados en el siglo XV por Fray Juan de Escobedo, monje del Parral. Existen dos hornacinas donde estaría colocada alguna deidad, que fueron sustituidas en tiempo de los Reyes Católicos por las imágenes de San Sebastián y de la Virgen. Bajo las hornacinas existió una leyenda en letras de bronce, relativas a la fundación del acueducto, de la que hoy sólo queda el rastro de la inscripción. Nace cerca de la carretera del Palacio de la Granja donde capta las cristalinas aguas del río Frío, en un paraje llamado La Acebeda. Sus primeros arcos son "sencillos" conduciendo el agua hasta la capital. Aquí se recoge el agua primero en una cisterna conocida como el nombre de "el Caserón"; Después es conducida por un canal de sillares hasta una segunda torre, donde se decanta y continua su camino. Al llegar a la plaza de Díaz Sanz vira en ángulo recto y comienzan a formarse dobles arquerías que van aumentando procurando la suave pendiente del 1% que hace discurrir el agua hacia su destino.
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Leyenda del Acueducto |
Según nos cuenta la leyenda,
fue la pereza y
no Roma la madre del Acueducto. Una muchacha que trabajaba como
aguadora, harta de llevar el cántaro por las empinadas calles de la
ciudad, aceptó un trueque con el diablo: dispondría del alma de la mujer,
si, antes de que cantara el gallo el agua llegaba hasta la puerta de su
casa. Consciente de su culpa la joven rezó hasta la extenuación para evitar el presagio. Mientras una tormenta se había desatado y el diablo trabajaba a destajo. De pronto, el gallo cantó y el diablo lanzó un alarido espeluznante: por una sola piedra sin colocar había perdido el alma. La muchacha confesó su culpa ante los segovianos, que tras rociar con agua bendita los arcos para eliminar el rastro de azufre, aceptaron felices el nuevo perfil de la ciudad. Un pequeño hoyo en la superficie de las piedras señala, según esta leyenda, el punto en el que los dedos del diablo presionaron. |
ACUEDUCTO
Nacimiento en el río frío hasta
el primer desarenador. El recorrido puede realizarse a pie
partiendo desde el pantano de Puente Alta, (Km. 87 en la carretera N-603, Madrid
- Segovia por Guadarrama) siguiendo río arriba hasta el azud, en la ladera del
Cerro de Cabeza Grande, y regresando por los esquileos de Santillana y Casa
Grande, para tomar la carretera La Granja-Segovia.
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GALERÍA DE IMÁGENES
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LA MURALLA
El cerco de murallas que
rodea la ciudad, con un perímetro de más de
3.000 metros,
nace y muere en el Alcázar.
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EL ALCÁZAR
Se edificó sobre los restos de una antigua fortaleza romana.
FORO Los restos del Foro del siglo I se localizan en sótanos de la plaza de Guevara. Descubierto en 1996 excavado en un garaje de la plaza.
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